Sterile discussions about competencies, Emotional Intelligence and others…

When «Emotional Intelligence» fashion arrived with Daniel Goleman, I was among the discordant voices affirming that the concept and, especially, the use of it, was nonsense. Nobody can seriously reject that personal features are a key for success or failure. If we want to call it Emotional Intelligence that’s fine. It’s a marketing born name not very precise but, anyway, we can accept it.

However, losing the focus is not acceptable…and some people lose the focus with statements like «80% of success is due to Emotional Intelligence, well above the percentage due to «classic» intelligence. We lose focus too with statements comparing competencies with academic degress and the role of each part in professional success. These problems should be analyzed in a different and simpler way: It’s a matter of sequence instead of percentage.

An easy example: What is more important for a surgeon to be successful? The academic degree or the skills shown inside the OR? Of course, this is a tricky question where the trick is highly visible. To enter the OR armed with an scalpel, the surgeon needs an academic recognition and/or a specific license. Hence, the second filter -skills- is applied over the ones who passed the first one -academic recognition- and we cannot compare in percentage terms skills and academic recognition.

Of course, this is an extreme situation but we can apply it to the concepts where some sterile discussions appear. Someone can perform well thank to Emotional Intelligence but the entrance to the field is guaranteed with intelligence in the most common used meaning. Could we say that, once passed an IQ threshold we should better improve our interaction skills than -if possible- improve 10 more IQ points? Possibly…but things don’t work that way, that is, we define the access level through a threshold value and performance with other criteria, always comparing people that share something: They all are above the threshold value. Then…how can I say «Emotional Intelligence is in the root of 80% of success»? It should be false but we can convert it into true by adding  «if the comparison is made among people whose IQ is, at least medium-high level». The problem is that, with this addition, it is not false anymore but this kind of statement should be a simple-mindedness proof.

We cannot compare the relative importance of two factors if one of them is referred to job access while the other is referred to job performance once in the job. It’s like comparing bacon with speed but using percentages to appear more «scientific».

Internet y su presunta omnisciencia: La próxima guerra está en la calidad de la información

Ray Kurzweil decía que la gran revolución que han traído los sistemas avanzados de información está en un simple hecho: Reproducir y transmitir la información tiene un coste virtualmente igual a cero. Se supone que eso significa romper una diferenciación clásica entre los que tienen acceso a la información y los que no la tienen puesto que, según Kurzweil, ahora todos lo tienen.

Por puro azar, estos últimos días he tenido que buscar información sobre distintos temas y, cómo no, he recurrido a hacer búsquedas más o menos avanzadas en Google y en sitios que se suponen especializados en proveer información. Tengo que anticipar que no se trataba de cuestiones filosóficas, religiosas o similares sino de preguntas que tienen una respuesta clara . Otra cosa es acceder a ella a través de la maraña de informaciones falsas o desfasadas. Esto ocurre incluso cuando se trata de asuntos directamente relacionados con Internet.

Ejemplo: Teléfono Nexus 5 con el compromiso de actualización por parte de Google a la última versión de Android. Lo que no dice Google es cuándo llega esa última versión y, los que somos poco pacientes, buscamos otras vías como, por ejemplo, descargar la actualización oficial de los sitios de Google. Esto requiere cierta manipulación en el teléfono como desbloquear el bootloader rootear el teléfono u otras piezas de la tecnoverborrea.

En cualquiera de estas opciones, Google ofrece varias páginas de resultados, incluyendo videos de Youtube. El problema está cuando se intenta poner en práctica y se ve que las instrucciones pueden ser desfasadas, incompletas o, simplemente, el teléfono no hace lo que, según las instrucciones leídas en Internet, tendría que hacer.

Lo curioso del caso es que, después de tratar diversas soluciones y en alguna de éllas llegar a bloquear el terminal, apareció una solución: Una herramienta software llamada Nexus Root Toolkit que permite al usuario hacer lo que quiera con el teléfono: Rootear, desrootear, bloquear o desbloquear el bootloader, cambiar la versión del sistema operativo…lo que sea.

¿Por qué llegar a esta herramienta supone una peregrinación y un ensayo y error de soluciones que supuestos o reales expertos van poniendo en Internet?

Otro ejemplo, quizás algo menos escandaloso porque no va al propio terreno en el que se supone que Internet debería tener información de primera calidad, está en la búsqueda de diferencias en el diseño entre dos tipos de avión y en temas muy específicos: La información existe pero encontrarla con un buscador o en un sitio de preguntas y respuestas tipo Quora es prácticamente imposible y al final lo más operativo es telefonear a alguien que se sabe que dispone de tal información…como en los viejos tiempos.

Kurzweil tiene razón: La gran revolución de la tecnología de la información es la desaparición del coste de multiplicar y transmitir información pero esa gratuidad virtual ha traído consigo un problema: Todo el mundo tiene un altavoz sobre cualquier tema y no sólo los que tengan algo que decir sobre él. Encontrar una señal válida entre una masa creciente de ruido es cada vez más difícil y el aumento de número de páginas o de velocidades de acceso no sólo no arreglan este problema sino que contribuyen a agravarlo.

Internet crece de una forma espectacular pero la calidad de la información que contiene no lo hace. Más bien lo contrario.

#GermanWingsCrash Solución: Dos personas en cabina

Una regla básica en investigación de accidentes consiste en no tratar de buscar una solución al que acaba de ocurrir. La razón para ello es que suele tratarse de una combinación excepcional de circunstancias que es improbable que vuelvan a aparecer juntas. Por ello, habitualmente se prefiere prevenir esas circunstancias individuales, es decir, se ataca a los componentes más que a una improbable combinación.

Esto no quita para que, si un accidente se repite -como ocurrió en el caso Spanair, repetido exactamente 21 años después de otro idéntico y con el mismo tipo de avión ocurrido en Detroit- nos preguntemos legítimamente qué se hizo en ese ataque a las circunstancias individuales para permitir que el mismo resultado se produzca de nuevo.

Tras el caso de German Wings, nos encontramos atacados por los tiempos y los miedos que introducen los medios de comunicación: ¿Puede enloquecer un piloto? Por supuesto; como cualquier otro. ¿Debemos empezar a tratar de prevenir tal posibilidad con reglas como la de dos personas en cabina? Veamos:

  • ¿Podría un miembro de la tripulación auxiliar colocar un veneno de gran potencia en la bebida o la comida de los pasajeros o en la de los pilotos? Y si también vigilamos a éstos…¿podría hacer lo mismo alguien encargado de la preparación del catering?…
  • ¿Podría un técnico de mantenimiento provocar una avería difícil de detectar pero que llevase a un avión a estrellarse?
  • ¿Podría alguien encargado de la carga de equipajes introducir algún elemento explosivo, incendiario o corrosivo junto con las maletas?

Éstas y muchas más posibilidades -algunas se me ocurren y no las voy a incluir para no dar ideas- se pueden dar y no parece que la política más acertada sea dejarse guiar por el impacto del último caso para tomar decisiones. De hecho, no deberíamos olvidar que un caso como el de German Wings ha sido posible gracias a la introducción de una puerta blindada -otra respuesta rápida a una situación de pánico provocada por medios de comunicación- que separa a la cabina del resto del avión.

Cuando subimos a un avión, y prácticamente cuando hacemos cualquier otra cosa, existe un elemento de riesgo. Tenemos dos posibilidades: Aceptar ese simple hecho y tratar de limitar al máximo lo que podríamos considerar riesgos razonables o tratar de controlar absolutamente todo…carrera estéril que no conduce a ninguna parte salvo a que el siguiente problema sea provocado por la última solución.

Quizás sería bueno para los que optan por la idea de control total revisar el caso EgyptAir 990. Ocurrió antes del 11S y aún no había puertas blindadas. De hecho, el comandante del avión entró a la cabina y trató de recuperar el avión. El piloto suicida se limitó a cortar el flujo del combustible a los motores…es decir, si alguien tiene la intención siempre puede encontrar una acción para la que el tiempo disponible no sea suficiente o jugar con el factor sorpresa para neutralizar al que se supone que le controla. En ese vuelo había dos pilotos más que, de haber sospechado qué estaba ocurriendo, podrían haber reducido al suicida…cosa que, evidentemente, nunca podrían haber hecho con una puerta blindada entre ellos, incluso con la regla de dos personas en cabina.

¿Qué tal si este tipo de situaciones se analizan en frío y sin dejarse llevar por la presión, el pánico y los tiempos que establecen los medios de comunicación? ¿Aporta algo el que le hagamos saber al piloto, por el simple procedimiento de que nunca esté solo en cabina, que es sospechoso? ¿Soluciona algo si tenemos en cuenta que otros puestos, como los mencionados más arriba, pueden ser también utilizados para un asesinato masivo?

Un poco de sentido común sería de agradecer algunas veces. Tratar de limitar los riesgos es correcto. Dejar que el terror y la paranoia decidan por nosotros, no.

#GermanWingsCrash: The use of an accident

One day after the accident, as it could be expected, there is not a clear knowledge about what happened. Some witnesses saw the plane flying near the ground in a high place and controllers reported that the plane was descending for several minutes without reporting anything. That could be enough to discard the terrorism hypothesis and not much more.

Even though, many people used this accident to sell some ideas that could be interesting for them. Thus, NYT asked if A-320 was safe while some others charged against low-cost companies, against the automation and against the recruiting and training policies applied to pilots.

All of them can be legitimate concerns -if you want, suspicious the article by NYT coming from USA where the main Airbus competitor, Boeing, comes from- but…now?

We don’t know nothing yet. Perhaps, when we have the facts, we can conclude that an official enquiry is biased -as many of us could think of cases like AF447- but now, we only can wait to know the facts. This should not be an opportunity to get a loudspeaker for our own concerns when we don’t have the faintest idea about if they are related or not with the accident. The respect for the victims of the accident demands from us not to use them in such a dirty way.

Política en España y «soplos de aire fresco»: ¿Quién habló de castas?

¿Cómo estará la política española para que haya quien llame «soplo de aire fresco» a la representación más vocinglera de la mafia que se ha hecho con buena parte de los Departamentos en las Universidades públicas en España? ¿Casta? Difícil encontrar una casta más corrupta y casposa que ésa.

¿Éstos son los grandes renovadores que nos van a librar de la corrupción? ¿Los que a recibir dinero de Irán y evitar toda referencia a la situación allí le llaman «gestionar las contradicciones»? ¿Los diseñadores de la moneda de uno de los países con mayores riquezas naturales y más arruinado gracias a los que se han dejado asesorar por ellos? ¿Los que llaman «faltar un papel» a no cumplir las condiciones para recibir una beca para el sesteo amañada por uno de los suyos? ¿Los que regalan subvenciones a familiares y amigos en los pocos sitios donde han tocado poder y luego dicen ser perseguidos?

Lamentable; casi tan lamentable como que los que están ahora en el poder no tengan otro argumento para permanecer en él que asustar al personal con la llegada de otros aún peores que ellos. Ni lo malo muy conocido ni lo peor un poco menos conocido.

Del mismo modo que las obras de Sabino Arana no fueron editadas por el PNV sino por ABC -eso es mala leche y lo demás son tonterías- la lectura del «Camino de servidumbre» de Hayek y su magnífica explicación sobre cómo y por qué Hitler accedió al poder, podía dar muchas pistas sobre qué esperar de los del «aire fresco».

Windows Knowledge

Perhaps in a moment where Microsoft does not live its best moment, speaking about Windows could be seen as a paradox. However, Windows itself is a paradox of the kind of knowledge that many companies are pricing right now.

Why Windows? You open your computer to find a desktop. The desktop has binders and documents and you have even a trash bin. This environment allows working in the old-fashioned way. We move documents from one binder to another one. When a document is not useful anymore, we put it in the trash bin and everything seems to be perfect…as far as everything works as it’s supposed to work. What happens when we find a blue screen or, simply, the computer does not start?

At that moment, we find that everything was false. Desktop, binders, documents…? Everything is false. Everything is a part of a complex metaphor, good while everything works as expected but fully useless once something fails. What kind of real knowledge does the Windows user have? The Windows user has an operating knowledge that can be enough in more than 90% of the cases. That’s fine if the remaining 10% cannot bring unexpected and severe consequences but we see this kind of knowledge in more and more places, including critical ones.

When 2008 crisis started, someone said that many Banks and financial institutions had been behaving as Casinos. Other people, more statistically seasoned denied that telling that, had they been behaving as Casinos, the situation never should have been as it was because Casinos have probabilities in their favor. Other environments don’t have this advantage but they behave as if they have it with unforeseeable consequences.

España: Un futuro dirigido por la ira

Posiblemente el mejor análisis de cómo y por qué los nazis llegaron al poder fue el realizado por Friedrich Hayek en 1944: Camino de servidumbre. Hayek identificó correctamente cómo en aquel caso la indignidad fue traída de la mano de la indignación, es decir, cómo grandes masas de población se sintieron estafadas y abandonadas y llegó un momento en que estaban dispuestas a cualquier cosa para librarse de lo que había, incluso dispuestas a traer algo peor.

La llegada de Chávez al poder venezolano se produce tras un fenómeno parecido: La gente, harta de la corrupción de los políticos, está dispuesta a acompañar en su viaje al más vociferante en la denuncia aunque, como en el caso nazi, no sea consciente de que está trayendo algo aún peor que lo que había.

¿Toca ahora el caso de España? Anteayer me comentaba un amigo venezolano que veía la España actual demasiado parecida a la Venezuela pre-Chávez y, en consecuencia, estaba pensando seriamente en la posibilidad de hacer las maletas. La experiencia le llevaba a valorar en su justa medida algo que se está escapando de los análisis de los políticos españoles y sus espléndidamente pagados asesores: La indignación o, como Hermann Tertsch comentaba en un artículo reciente, la venganza.

Cuando surgió el movimiento autodenominado «indignados», para muchos pudo resultar escandaloso que incluso tomasen su nombre del título de un libro de un estalinista nonagenario pero, como ocurrió con los nazis y como ocurrió con Chávez, consiguieron muchos apoyos no por lo que traían sino por aquello a lo que se oponían.

Los resultados de «Podemos» en las elecciones europeas y los esperados por distintas encuestas en próximas elecciones nos dicen de forma clara que estamos ante un fenómeno similar a los dos señalados: Los políticos están convencidos de que la gente pasará por caja -o por su equivalente, la urna- para volver a votarles por miedo al viaje a ninguna parte que pueda representar la alternativa. Los políticos del PP, además, se frotan las manos porque interpretan a «Podemos» como una forma de fragmentar la izquierda y, por tanto, se ven a sí mismos en el poder durante los próximos 200 años, hagan lo que hagan. Gravísimo error.

Las futuras elecciones no van a venir definidas por el deseo de un cambio político o económico sino por un deseo de librarse de toda esta gente a cualquier precio. No es la primera vez que ocurre así; cuando el PP llegó al poder por primera vez no lo hizo por méritos propios sino por deméritos ajenos: El PSOE de Felipe González se había enfangado en un nivel de corrupción que llevó a mucha gente a querer echarlo del poder. En 2004, los resultados de un atentado aún poco claro hicieron que, de nuevo, se tratase de echar del poder a los que estaban en él y, para ello, trajeron a alguien como Zapatero, personaje al que en 2011 hubo una clara urgencia por echar. ¿Cuál es la diferencia en el momento actual?

La corrupción ha afectado a todos los que han tocado poder hasta unos niveles insoportables. Aunque unos quieren hablar de Gürtel y otros de EREs, el ciudadano ve las críticas mutuas como un teatro en el que ninguno de los contendientes tiene legitimidad para criticar al otro mientras tenga su casa tan sucia como la de aquél al que critica. Los partidos principales e incluso algunos que no lo son tanto y los sindicatos están claramente afectados por la marea de corrupción y todo lo que se les ocurre es acusarse unos a otros. ¿Qué regeneración cabe esperar de esta gente? Ninguna…sin embargo, siguen convencidos de que la gente irá a las urnas a votarles porque, frente a lo que puede venir, todavía son una opción menos mala. Seguramente tienen razón en que, a pesar de todo, son una opción menos mala y, sin embargo, se equivocan en la idea de que la gente irá a votarles.

Las únicas opciones reales son los que todavía no han tocado poder y, por tanto, pueden criticar la corrupción sin que, al mismo tiempo, se hayan visto inmersas en ella como les ocurre a los principales partidos y sindicatos. El votante puede tener muy buenas razones para pensar que con esta gente -partidos y sindicatos establecidos- no se puede ir ni a recoger una herencia y, por tanto, estar dispuesto a no votarlos bajo ningún concepto -esto es lo que los sesudos analistas de PP y PSOE no quieren creer- pero eso no puede significar alinearse con cualquiera que critique lo que hay, especialmente si no clarifica el tipo de mercancía que trae bajo el brazo o, peor aún, si lo que dice y especialmente lo que calla hace pensar en cuál es ese tipo de mercancía.

Quizás si partidos tipo UPyD o Ciudadanos aparcasen sus estrellatos individuales y se dedicasen a ofrecer una alternativa de regeneración conjunta, podrían representar una alternativa interesante. De momento, demasiada gente tiene claro que lo que no votará bajo ningún concepto a la gente que lleva ya muchos años enquistada en el poder. Probablemente es una buena decisión pero, cuidado, no traigamos algo peor. Alemanes y venezolanos nos pueden hablar de ello.

¿A que no sabes quién es Miguel Ángel Olmos?

Ahí van algunas pistas: http://elpais.com/tag/miguel_angel_olmos/a/

Tengo pocas simpatías por IU -en realidad, no tengo mucha simpatía por ningún partido político, incluyendo los de la nueva hornada y acaso ésos y su dialéctica de fascismo de izquierdas me son aún menos simpáticos que el resto- pero la conducta de Miguel Ángel Olmos prueba varias cosas:

  1. Hay gente honrada que accidentalmente cae en la actividad política.
  2. Esa gente honrada puede estar en partidos con los que tengamos poca afinidad pero merece respeto, si no admiración.
  3. Hay golfos que pueden poblar partidos o sindicatos con los que se esté más cercano y nunca se debe anteponer cercanía ideológica a honestidad.
  4. La honradez no es recompensada sino que, muy al contrario, puede ser el billete de ida para el olvido en política.

¿Por qué la honradez es tan mal pagada en política? Sólo se me ocurre una opción y no distingo ni colores ni tendencias: El modelo político español se sustenta sobre la misma doctrina que se sustentó la paz en la época de la guerra fría: La doctrina MAD (Mutual Assured Destruction) que hacía que uno se lo pensase mucho antes de iniciar el ataque puesto que sabía que no podría evitar su propia destrucción.

La doctrina MAD llevada a los entresijos de un partido político significa sólo que la persona honrada es peligrosa. En la medida en que todos estén corrompidos en mayor o menor grado, procurarán no hacerse mucho daño entre sí pero el que no está corrompido no tiene esa hipoteca y, por tanto, puede dinamitar la partida de golfos que ocupan el poder. Por eso procuran que no llegue.¿De verdad nadie sabía, por ejemplo, de las corruptelas de Pujol? ¿O se trataba más bien del miedo a que alguien que lleva décadas en el poder pueda saber demasiado de demasiada gente?

Ésta es la situación y, desde luego, su solución no pasa por modelos fascistoides, sean de color azul o rojo o sean de brazo en alto o de coleta…al final, la experiencia nos demuestra que todos acaban comportándose igual. ¿Alguien puede explicarme, por ejemplo, en qué momento un personaje como Chávez pasó de ser un militar golpista a un paladín de la izquierda? ¿En qué momento se produjo la transformación o, simplemente, no ha existido tal transformación y fue siempre lo mismo? Personalmente, me quedo con la segunda opción. Naturalmente, la misma pregunta nos podríamos hacer con personajes como Verstrynge…de Fuerza Nueva a delfín de Fraga en AP para acabar de asesor de Chávez. ¿Cuándo cambio? Creo que nunca lo hizo.

La solución real es muy sencilla: Independencia del poder judicial y el que la hace la paga. El PP de Aznar -ni siquiera el de Rajoy- prometió devolver la independencia del poder judicial que había liquidado el PSOE. No sólo incumplió la promesa sino que llevó el maridaje entre partidos políticos y órganos judiciales aún más allá. La promesa volvió con el PP de Rajoy y la conducta de su ya felizmente ex-ministro Gallardón fue idéntica a la de la etapa anterior: Un pasito más para conseguir que jueces y fiscales sean meros comisarios políticos.

Eso es lo que hay que arreglar y, si se empeza por tirar por la ventana a las personas honradas, sea cual sea su tendencia política, mal vamos.

Política y economía: ¿Se trata de principios o de intereses?

Hace muy pocos días leía un artículo de El Confidencial señalando que «Podemos» llegaría a gobernar en España. Para tal afirmación, se apoyaba en un estudio de la Fundación BBVA sobre los valores políticos de los españoles. Coincido con el autor del artículo en considerar tales valores como lamentables y en que, basándose en ellos, España y cualquier país que los mantenga, corre el muy serio riesgo de car en las garras del primer iluminado o neofascista que pase por allí. El «Camino de servidumbre» de Hayek, en el que explica cómo y por qué los nazis accedieron al poder, sigue siendo una lectura pendiente para muchos.

Estos últimos días, sin embargo, hemos tenido más motivos para la preocupación por el ascenso de formaciones que se consideran antisistema pero que, al mismo tiempo, hacen todo lo posible por quedarse con el sistema: Las tarjetas negras de Cajamadrid. Que muchos altos directivos de grandes corporaciones tienen comportamientos muy similares a los de los políticos y los únicos intereses a los que atienden son los propios no es nada nuevo. Que, entre estos, tengamos a gente que ha estado apareciendo durante los últimos años denunciando salvajadas cometidas en el terreno político y económico por el Gobierno de turno es mucho más grave.

El Mundo ha publicado la lista de los beneficiarios de las tarjetas, cuánto y en qué han gastado el dinero opaco. ¿Qué nos puede contar ahora un ex-vicepresidente económico del Gobierno y ex-presidente del FMI? ¿Qué nos puede contar un asesor económico tan publicitado como Juan Iranzo? ¿Qué nos puede contar otro asesor económico y -atención- fundador y ex-presidente de un medio de comunicación que parece considerarse guardián de las esencias y de la limpieza en política? Hablo, por si alguien aún no le pone nombre, de Alberto Recarte y de Libertad Digital, grupo en el que se encuentran entre otros Jiménez Losantos, Luis Herrero y Luis del Pino.¿Seguirán dando lecciones? ¿A quién? Aún no les he oído hablar de su ex-jefe en relación con el escándalo de Cajamadrid. ¿También ellos callan cuando el tema les toca directamente?…no hablemos ya de los líderes sindicales, tanto los pillados con las tarjetas como los de los EREs andaluces como el último, el histórico de la minería en UGT. ¿También seguirán dando lecciones?

En España, desde hace tiempo, hay demasiada gente buscando una referencia y están fallando todas: Los políticos, desde el más alto al más bajo, los intelectuales de la economía, los medios de comunicación. Evidentemente, la solución no es tirarse a un pozo pero, si juntamos los valores políticos de los españoles, tal como los refleja la Fundación BBVA, y la caída de todo tipo de referencias políticas, económicas, académicas y de medios de comunicación, la tentación para muchos va a ser muy fuerte. Después de todo…¿quién va a escuchar a un Rato, un Iranzo o un Recarte cuando, a raiz de lo visto estos días, tenga algo más que fundadas sospechas de que lo que defiende en público no son principios generales sino sus intereses personales?

Creo que pocos se han dado cuenta del peligro que eso representa: Los principios pueden tener legitimidad pero los intereses de unos no son más legítimos que los de otros. Cuando alguien que dice defender principios de actuación muestra con su conducta estar defendiendo sus intereses, toda referencia se ha perdido con el riesgo que eso implica.

Por cierto, junto con «Camino de servidumbre» puede ser interesante ver este video sobre el ascenso de Hitler al poder. Cuando alguien habla de «democracias formales» y cómo no se pueden criticar prácticas políticas porque están insertas en una «democracia formal», no está de más recordar que Hitler accedió al poder a través de los mecanismos de una democracia formal. Lo que ocurrió después es sobradamente conocido.

Flight-Deck Automation: Something is wrong

Something is wrong with automation. If we can find diagnostics performed more than 20 years ago and the conclusions are still current…something is wrong.

Some examples:

Of course, we could extend the examples to books like Information Processing and Human-Machine Interaction: An Approach to Cognitive Engineering published by Rasmussen in 1986, Safeware written by Leveson in 1995, Normal Accidents by Perrow in 1999, The Human Interface by Raskin in 2000 and many others.

None of these resources is new but all of them can be read by someone with interest in what is happening NOW. Perhaps there is a problem in the basics that is not still properly addressed.

 Certainly, once a decision is made, going back is extremely expensive and manufacturers will try to defend their solutions. An example that I have used more than once is the fact that modern planes have processors so old that the manufacturer does not make them anymore. Since the lifetime of a plane is longer than the lifetime of some key parts, they have to stock those parts since they cannot ask the manufacturers to send them.

The obvious solution should be renewal but this should be so expensive that they prefer having brand-new planes with old-fashioned parts to avoid new certification processes. Nothing to oppose to this practice. It’s only a sample of a more general practice: Keeping attached to a design and defend it against any doubt –even if the doubt is reasonable- about its adequacy.

 However, this rationale can be applied to products already in the market. What about the new ones? Why the same problems appear once and again instead of being finally solved?

 Perhaps, a Human Factors approach could be useful to identify the root problem and help to fix it. Let’s speak about Psychology:

 The first psychologist that won a Nobel Prize was Daniel Kahnemann. He was one of the founders of the Behavioral Economics concept showing how we use heuristics that usually works but we can be misguided in some situations by heuristics. To show that, he and many followers designed interesting experiments that make clear that we all share some “software-bugs” that can drive us to commit a mistake. In other words, heuristics should be understood as a quick-and-dirty approach, valid for many situations but useless if not harming in others.

 Many engineers and designers would be willing to buy this approach and, of course, their products should be designed in a way that would enforce a formal rational model.

 The most qualified opposition to this model comes from Gigerenzer. He explains that heuristics is not a quick-and-dirty approach but the only possible if we have constraints of time or processing possibilities. Furthermore, for Gigerenzer people extracts intelligence from context while the experiments of Kahnemann and others are made in strange situations and designed to misguide the subject of the experiment.

An example, used by Kahnemann and Tversky is this one:

Linda is 31 years old, single, outspoken, and very bright. She majored in philosophy. As a student, she was deeply concerned with issues of discrimination and social justice, and also participated in anti-nuclear demonstrations.

 Which is more probable?

  •  Linda is a bank teller.
  • Linda is a bank teller and is active in the feminist movement.

The experiment tries to show the conjunction fallacy, that is, how many people should choose the second alternative while the first one is not only wider but comprises the second one.

The analysis of Gigerenzer is different: Suppose that all the information about Linda is the first sentence Linda is 31 years old. Furthermore, suppose you don’t give information and simply makes the questions…we could expect that the conjunction fallacy should not appear. It appears because the experimenter provides information and, since the subject is given information, he supposes that this is RELEVANT…otherwise, why is the subject fed with this information?

In real life, relevance is a clue. If someone tells us something, we understand that it has a meaning and that this information is not included to deceive us. That’s why Gigerenzer criticizes the Behavioral Economics approach, which can be shared by many designers.

For Gigerenzer, we decide about how good a model is comparing it with an ideal model –the rational one- but if, instead, we decide about which is the best model looking at the results, we could find some surprises. That’s what he did at Simple Heuristics that Make Us Smart, that is, comparing complex decision models with others that, in theory, should get a worse performance and finding that, in many cases, the “bad” model could get better results than the sophisticated one.

Let’s go back to automation design. Perhaps we are making the wrong questions at the beginning. Instead of “What information would you like to have?”  getting a Santa Claus letter as an answer, we should ask what are the cues that you use to know that this specific event is happening?

FAA, in its 1996 study, complained about the fact that some major failures as an engine-stop can be masked by a bunch of warnings about different systems failing, making hard to discern that all of them came from a common root, that is, the engine stop. What if we ask “Tell me one fact –exceptionally I would admit two- that should tell you in a clear and fast way that one of the engines is stopped.”

We have a nice example from QF32 case. Pilots started to distrust the system when they got information that was clearly false. It was a single fact but enough to distrust. What if, instead of deciding this way jumping to the conclusion from a single fact, they should have been “rational” trying to assign probabilities in different scenarios? Probably, the plane should not have fuel enough to allow this approach.

Rasmussen suggested one approach –a good one- where the operator should be able to run cognitively the program that the system was performing. The approach is good but something is still missing: How long should it take for the operator to replicate the functional model of the system?

In real life situations, especially if they have to deal with uncertainty –not calculated risk- people use very few indicators easy and fast to obtain. Many of us remember the BMI-092 case. Pilots were using an indicator to know which engine had the problem…unfortunately, they came from a former generation of B737 and they did not know that the one they were flying had air bleeding in both engines instead of only one. The key used to determine the wrong engine should have been correct in an older plane.

Knowing the cues used by pilots, planes could be designed in a human-centered approach instead of creating an environment that does not fit with the ways used by people to perform real tasks in real environments.

When new flight-deck designs appeared, manufacturers and regulators were careful enough to keep the basic-T, even though it could appear in electronic format but that was the way that pilots used to get the basic information. Unfortunately, this has disappeared in many other things and things like position of power levers with autopilot, position of flightsticks/horns and if they have to transmit pressure or not or if the position should be common to both pilots or not…had a very different treatment from a human-centered approach. Instead, the screen-mania seems to be everywhere.

A good design starts with a good question and, perhaps, questions are not yet good enough and that’s why analyses and complains 20 and 30 years old still keep current.