¿Felipe VI o III República?
Para muchos, la monarquía es una institución trasnochada y la pregunta no ha lugar. Los escándalos que han afectado tanto al Rey como a su hija y su yerno pueden haber influido en la clara falta de aprecio que hoy puede verse respecto a la monarquía y, sin embargo, los políticos sin «sangre azul» se han enfangado en tantas corruptelas y han hecho tantos alardes de ser una casta aparte como los que puedan haberse hecho desde la realeza.
Quizás más que la corrupción es la inoperancia lo que mata la institución: En su momento, la monarquía se presentó como algo que estaba por encima del debate político y que era la garantía de unidad y constitucionalidad de España. Los hechos, sin embargo, han sido suficientemente expresivos de que en ninguna de estas supuestas funciones la monarquía ha estado cerca siquiera del aprobado.
Parecerían razones suficientes para optar por una República salvo que…en España los defensores de la República no suelen tomar ésta como un mero modelo de Estado sino que su modelo suele ser la II República, régimen que algunos partidos aún nos tratan de vender como una democracia frustrada por el golpe de Estado de Franco cuando en realidad fue un régimen asesino derrocado por otro que, especialmente en sus primeros tiempos, compitió con él sobre todo en su capacidad para asesinar.
La llegada de la II República se produjo tras unas elecciones municipales en las que el abuelo del aún actual Rey, en su papel de poder moderador, decidió recoger sus bártulos y marcharse, donde el PSOE de aquel momento -aunque luego sería anulado por el PCE- decidió tomar la vía revolucionaria, donde llegó a haber una columna en un periódico titulada «A paseo», escrita por Rafael Alberti y que no invitaba a la expulsión sino al asesinato de sus contrarios y donde el hecho que prendió la mecha de la guerra civil fue el asesinato del líder de la oposición a manos de la escolta de un ministro del Gobierno. Ésta fue la democracia de la II República que algunos aún hoy nos quieren vender.
Si alguien quiere plantear el cambio de modelo de Estado hacia una república, nada que decir. Si todos los apoyos hacia esa iniciativa vienen de aquéllos que añoran la II República, por desconocimiento o peor, lo único que podría decir es «Larga vida al Rey».