Andalucía, Asturias y sus mensajes al PP para el 29M
En Inglaterra, democracia más asentada que la española aunque eso no sea mucho decir, los candidatos no son elegidos por los partidos sino por los electores de la localidad a la que representan. En época de campaña electoral, han mantenido durante mucho tiempo una curiosa costumbre: Cuando el candidato visitaba a un potencial elector y éste era de su partido, le respondía «Tiene mi voto; márchese» mientras que si resultaba ser simpatizante de los adversarios trataba de entretenerle para quitarle tiempo de visita a los que estaban en duda sobre el sentido de su voto.
A la vista de lo que lleva ocurriendo ya bastantes años, el PP parece haber creído que está en Inglaterra y que, por tanto, sus votantes los tiene asegurados y lo único que tiene que hacer es mantener un perfil bajo para no excitar a los votantes del contrario que son mayoría. Ésta ha sido la doctrina Arriola que costó la derrota electoral de 1993, que le han costado a Rajoy dos derrotas frente a un adversario tan inútil que no ganaría ni un concurso de inútiles y que ahora les ha costado dos batacazos electorales , singularmente en Andalucía donde creían que la presidencia era cosa hecha.
Pues no, señores; no están ustedes en Inglaterra sino en España. Entre sus votantes, al igual que entre los de sus contrarios, hay mucha gente de credenciales democráticas más que dudosas y, también al igual que sus contrarios, ésos pueden ser los únicos que tengan relativamente seguros. El resto no está asegurado; tras ocho años de desgobierno sus votantes les piden a ustedes precisamente eso, que gobiernen, y si no lo hacen es posible que no voten a los contrarios pero sí que se queden en su casa…como ha ocurrido en Andalucía.
Casi todos los partidos, de derecha e izquierda, tienen que callar demasiadas cosas pero ustedes, salvo escasas excepciones, jamás han dado batalla ideológica. ¿Se extrañan de que sus contrarios sean más cuando les tienen ganada esa batalla porque nunca han querido darla? Han permitido que la izquierda alardee de una especie de hiperlegitimidad y su respuesta ha sido siempre acomplejarse. Miren ustedes: La izquierda y la derecha decentes tienen muchos puntos en común pero ustedes sistemáticamente se han arrugado frente a una izquierda que, como dicen a gritos 1.400 millones de razones hoy en un juzgado andaluz, no puede calificarse de muy decente. ¿A qué están jugando?
Lo que venden como «gran triunfo» saben muy bien que ha sido un batacazo monumental y que le deben exclusivamente a su propia acción o, más bien, inacción. Por ejemplo, Arenas se negó a debatir porque Canal Sur no era imparcial…noticias frescas. Pongan unas reglas claras en el debate y veten a los moderadores que sepan que van a ejercer como árbitros caseros pero vayan y si, finalmente, se encuentran que se rompen las reglas más elementales de la imparcialidad, váyanse dando un portazo. Hasta la hija de Julio Iglesias en el primer programa que se recuerda de la telebasura actual supo hacerlo. ¿Por qué no ustedes? Por cierto, fue la misma metedura de pata de Rajoy en 2004; como todo estaba hecho ¿para qué debatir con mentecatos?…y el mentecato le ganó las elecciones gracias a su inacción y a la instrumentación del 11M y se las volvió a ganar en 2008. ¿Cuándo le van a aplicar la reforma laboral a Arriola?
Buena parte del país está harta de financiar con sus impuestos -que ustedes han subido en contra de lo que prometieron- a los sindicatos de clase business, de que la casta política no conozca límites a sus propios privilegios, al despilfarro y a la corruptela, de la insostenibilidad de los reyezuelos autonómicos tanto suyos como de otros, de su contemporización con los nacionalistas hasta el punto de indultar a políticos nacionalistas corruptos teniendo una mayoría absoluta, de que repitan la jugada de nombrar a un Peces Barba aunque ahora se llame Iñaki Oyarzábal para seguir la misma política de Zapatero en relación con el terrorismo. ¿No creen que su electorado puede tener motivos para estar cansándose de ustedes y eso que acaban de llegar?
Los sindicatos de clase business tratan de arrimar el ascua a su sardina -a su lubina más bien, con el permiso y la financiación de ustedes- diciendo que el desastre electoral se debe a los recortes y a la reforma laboral. ¿Qué mayor recorte que un fraude de 1.400 millones de euros hasta el momento? ¿Les van a hacer ustedes caso? ¿Son conscientes de que las cosas no van por ahí y han perdido porque sus electores se han quedado en casa? ¿Creen que no han hecho nada mal y que los electores son injustos y no valoran sus esfuerzos?
Dentro de dos días tienen una prueba de fuego: Ustedes tendrán que decidir si, una vez más, se acomplejan frente a unos sindicatos que no representan a nadie más que a sus propios intereses corporativos o, como les pide su electorado, se ponen a trabajar para evitar las coacciones y los sabotajes.
Es mucha la gente que no está dispuesta a ir a esta huelga sólo justificable por el deseo de seguir chupando del presupuesto y lograr en la calle lo que no se logra en el Parlamento. Ustedes tienen que decidir si van a ejercer como Gobierno y garantizar el derecho de los que queremos trabajar o, una vez más, se van a arrodillar y a permanecer en la inacción. Si lo hacen, es posible que los agoreros que estaban vaticinando el final del PSOE se equivoquen y el final al que asistamos en breve plazo sea el suyo. Ustedes verán.