Educación para la ciudadanía: Veredicto personal.
En otro post https://factorhumano.wordpress.com/2007/06/27/educacion-para-la-ciudadania-carta-abierta-a-jose-antonio-marina/ afirmé mi disponibilidad a disculparme si «Educación para la ciudadanía» no era un ejercicio de adoctrinamiento y a firmar a favor de la asignatura si se parecía, siquiera remotamente, a las ideas de Karl Popper en https://factorhumano.wordpress.com/2007/05/07/la-sociedad-abierta-y-sus-enemigos-karl-popper/.
Creo que me he ahorrado una disculpa y, como es un tema muy controvertido, en mi interés por aprobar la asignatura buscando fuentes de información fidedignas, me he ido al BOE del 5 de enero de 2007 BOE del 5 de enero de 2007 donde se desarrollan tanto los contenidos como los criterios de evaluación.
Empecemos por el lenguaje del «ciudadanos y ciudadanas» o «alumnos y alumnas», espléndidamente caricaturizado por Pérez Reverte en este artículo http://www.xlsemanal.com/web/firma.php?id_firma=1089&id_edicion=246 y que, como se verá en las zonas subrayadas, se repite una y otra vez. Nada es casualidad y algo nos va diciendo ya del enfoque de quien redacta tal bodrio.
Si todo quedase aquí, no pasaría más allá de la anécdota pero hay otras cosas que inquietan más porque se está entrando directamente a temas opinables sobre los que se quiere dar LA visión verdadera sobre la que, por supuesto, se examinará a los alumnos. Así, por ejemplo, habla de la «desigualdad en sus diversas manifestaciones» y ya surge una primera pregunta: ¿Hablamos de desigualdad de oportunidades o de desigualdad en los resultados obtenidos? ¿Hablamos de promover políticas destinadas a facilitar la igualdad de acceso a la línea de salida o de que, por decreto, todo el mundo tenga que llegar a la meta con independencia de capacidad o méritos? Empezamos, pues, con un lenguaje engañoso y la propia LOE y su intento de que todo el mundo llegue poniendo objetivos cada vez más bajos nos puede decir algo.
Aparece repetida hasta el hartazgo la expresión «cultura de paz». ¿Qué significa eso? ¿Existe una cultura de guerra en un país donde la mayoría de sus habitantes vivos no han conocido ninguna? Si no es así ¿qué sentido tiene promover la «cultura de paz»? ¿Significa algo o es otro «mantra» del estilo «alianza de civilizaciones»?
Se habla en bastantes ocasiones de «violencia contra las mujeres». Veamos: Si se les reconoce a las parejas homosexuales los mismos derechos civiles, cosa en la que poca gente se encontrará que esté en desacuerdo ¿qué significa hablar de «violencia contra las mujeres» o «violencia de género»? ¿Qué ocurre cuando la violencia es ejercida entre hombres o entre mujeres dentro del hogar? ¿Es políticamente incorrecto hablar de violencia DE las mujeres? ¿No existe? ¿Por qué no hablar simplemente de violencia o, si se quiere, de violencia en el hogar o en las relaciones cercanas? ¿Se ha querido que quedase visible la marca de lo que algunos llaman «feminismo machista», es decir, de un tipo de feminismo que practica intensivamente todo aquello que critica?
«Valoración de la actuación de aquellos movimientos y fuerzas internacionales que contribuyen a fomentar la cultura de la paz y la cooperación» ¿Qué significa esto? ¿Tenemos que redescubrir la ONU? ¿Se va a hablar de las corruptelas que se producen allí y en muchas ONGs o es tema tabú? ¿Se va a hablar de cómo, desde su creación, no ha sido capaz de impedir múltiples matanzas y éxodos obligados?
«Valoración crítica de la división social y sexual del trabajo y de los prejuicios sociales racistas, xenófobos, antisemitas, sexistas y homófobos». Sobre este particular, me permito recomendar la lectura de Thomas Sowell. Creo que, como parte de las prácticas de la asignatura, es probable que haya que arrojar sus libros a una hoguera. Si hay que comenzar con alguno, sugiero «Race and Culture» https://factorhumano.wordpress.com/2007/09/24/race-and-culture-de-thomas-sowell/ y, en particular, este párrafo:
Mucho del vocabulario utilizado para discutir temas étnicos y raciales está menos preparado para la clarificación que para evitar que se consideren algunos factores que podrían resultar embarazosos para aquéllos que sostienen una particular visión ideológica.
«Conocer las causas que provocan la violación de los derechos humanos, la pobreza y la desigualdad, así como la relación entre los conflictos armados y el subdesarrollo, valorar las acciones encaminadas a la consecución de la paz y la seguridad y la participación activa como medio para lograr un mundo más justo».
Fantástico. Ahora espero que alguien me diga que cuando en un libro o en un aula EXPONE LAS CAUSAS de todo esto, no está dando una visión ideológica. Partamos del hecho de que no hay un diagnóstico único sobre todos estos temas ¿cuál van a utilizar y sobre cuál van a examinar?
«Un mundo desigual: riqueza y pobreza. La «feminización de la pobreza». La falta de acceso a la educación como fuente de pobreza. La lucha contra la pobreza y la ayuda al desarrollo».
Volvemos al lenguaje tramposo. ¿De qué clase de educación se está hablando? ¿Se pretende garantizar el acceso o el diploma? ¿Se intenta elevar el nivel de capacidades de las personas o se les va a dotar de titulaciones que les permitirán polemizar muy bien pero sin que haya ninguna habilidad real detrás?
Pues bien, hasta aquí lo fácil porque ahora vienen los criterios de evaluación. Insisto; la fuente es el BOE que está aquí mismo con sus correspondientes subrayados. Vamos allá:
«Identificar y rechazar, a partir del análisis de hechos reales o figurados, las situaciones de discriminación hacia personas de diferente origen, género, ideología, religión, orientación afectivo-sexual y otras, respetando las diferencias personales y mostrando autonomía de criterio».
Primera duda: Rechazar….¿¡¡¡mostrando autonomía de criterio!!!? ¿Cómo se come eso? Si realmente se tiene autonomía de criterio, se podrá aceptar algo, rechazarlo o quedarse más cerca de un punto que de otro. Esto ya recuerda bastante a Orwell cuando, en «1984», Winston va alegremente a que le peguen un tiro en la nuca justo después de que haya descubierto que «amaba al Gran Hermano». Primero el arrepentimiento y después la ejecución.
«Reconocer y rechazar las desigualdades de hecho y de derecho, en particular las que afectan a las mujeres».
«…si es capaz de describir y rechazar la discriminación de hecho y de derecho que sufren las mujeres».
¿Y si alguien no lo reconoce o, al menos, no lo hace en los mismos términos que los que el temario establece como verdades ciertas? El ya citado Sowell habría suspendido la asignatura porque se molestó en ver si era cierta aquella «verdad autoevidente» de que las mujeres, en los mismos puestos, cobran un 30% menos que los hombres y encontró que era falsa, como puede comprobar cualquiera que trabaje con mujeres y verá que no se manejan dos tablas salariales distintas. Hay otros factores implicados pero, para un público ideologizado, parece más conveniente prescindir de ellos y quedarse con estos estereotipos y transmitirlos.
«Evaluar si se sabe identificar las causas de la desigual distribución de la riqueza». Pregunta: ¿Las sabe identificar la señora ministra o el presidente del gobierno? Volvemos a otro asunto donde no hay un único análisis. El que no acierte con el tipo de análisis que quiere oir el profesor o que venga en el libro de texto ¿es un suspenso automático?
«Analizar las causas que provocan los principales problemas sociales del mundo actual, utilizando de forma crítica la información que proporcionan los medios de comunicación e identificar soluciones comprometidas con la defensa de formas de vida más justas.
Se trata de comprobar si se identifican y se comprenden algunas de las causas que provocan los principales problemas sociales del mundo actual (reparto desigual de la riqueza, explotación infantil, emigraciones forzadas, etc.)».
Me ahorro el comentario porque es idéntico al del caso anterior. Se pretende examinar sobre unos contenidos en los que no hay nada parecido a una coincidencia de diagnóstico entre distintas posiciones políticas. ¿No se llama eso adoctrinamiento?
Invito a quien así lo quiera a que tenga su propio criterio. Éste es el mío pero puede bajarse el BOE, donde he subrayado los puntos que me han parecido más relevantes.
Lo siento, señor Marina. No le debo una disculpa. Me habría gustado que una materia como ésta -quizás poniéndole un nombre menos cursi pero su promotor ha querido dejar su huella personal- existiera y que en la enseñanza primaria y secundaria hubiera unos foros serios de discusión sobre temas políticos y sociales.
Los partidarios de una religión -entendida como adoctrinamiento religioso- obligatoria han llamado a esta asignatura «religión laica». Me gustaría que lo hubiera sido. Me habría gustado incluso que se tratasen temas como el papel histórico y social que han desempeñado las religiones más importantes de nuestro entorno, la huella que han dejado y cómo no se puede entender Europa sin esa visión. Cosa distinta es que les enseñen a rezar el «Yo, pecador» para lo que muchos creemos que el colegio no es el entorno adecuado.
Me habría gustado todo eso pero ha sobrado dogmatismo y sectarismo y ha faltado altura de miras. No es ése el camino.
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